En mis inicios con los patines, me empecé a volver loco buscando información. En esos tiempos, había muchas tiendas en Barcelona, sobretodo dedicadas al alquiler de patines que de vez en cuando ponían un video de unos chicos californianos haciendo diabluras o, aún mejor, disponían de una revista americana en donde se te caía la baba viendo la cantidad de material del que disponían esos yankis. Así que, la información entraba con cuentagotas y todos aprendíamos de todos. Bueno, como ya he dicho, en la escuela oficial de patinaje inline aprendí un montón, pero yo cada vez necesitaba más. Por suerte para el mundo, nació internet! Si, los primeros días te pones a buscar tonterías pero luego te das cuenta que puedes encontrar un montón de información. Y fué entonces cuando descubrí el mayor portal de patinaje en España: www.inlineonline.com . Si!!! Por fin!!! Un portal en donde encontrar información, en castellano, de lo que se cocía en este país en lo referente a los patines. Poco a poco me fuí aficionando e incluso llegué a colaborar un poco en la redacción de algún artículo. Pero uno de los mejores inventos de esa web y de internet en general, fueron los foros. Allí encontré respuesta a muchas dudas, hice amigos (y menos amigos) y sigo disfrutando discutiendo sobre temas relacionados con este mundo de los patines, ayudo a los principiantes con sus dudas cuando puedo y lo recomiendo encarecídamente.
Así que ya estás tardando!!! www.inlineonline.com
sábado, 13 de septiembre de 2008
viernes, 5 de septiembre de 2008
Aprender a patinar en Barcelona
Como tantos otros, empecé a patinar hará cosa de 10 años en la Vila Olímpica de Barcelona. Bueno, más bien empecé a pegarme ostias contra el suelo. Fué entonces cuando una simpática patinadora me dió un papelito en el que se leía: Escuela Oficial de Patinaje Inline, clases de patinaje para todas las edades y niveles. Lo primero que pensé: pero tan mal me ve esta chica para que necesite clases? Así que, herido un poco en el orgullo, me metí ese papelito en el bolsillo y seguí magullando mi ya castigado cuerpo.
Como que a cabezota no me gana nadie, seguí cogiendo mis patines e intentando averiguar la manera de girar y frenar sin necesitar agarrarme a una farola. Ya no me caía tanto, pero estaba claro que mi evolución era más bien lenta. Fué en una de esas tardes frustrantes que me volví a cruzar con la chica del papelito de la Escuela Oficial de Patinaje. No se si fué por mi cara de sufrimiento, pero se acercó y me ofreció su ayuda. Fué entonces cuando me convenció para que viniera un día a probar una clase de patinaje de prueba en la Escuela Oficial de Patinaje Inline convenciéndome de que vería los progresos en poco tiempo.
Y aunque seguía un poco herido en mi orgullo, uno también tiene la capacidad suficiente de autocrítica para ver donde están sus limitaciones. Así que a la semana siguiente me presenté un poco escéptico al poliderpotivo de la Estación del Norte para ver que eran capaces de hacer conmigo. Eso si, vine con un amigo por eso del apoyo moral.
Lo sorprendente del caso fué que a los pocos minutos me sentía más seguro que en las innumerables salidas solitarias que había tenido anteriormente. Ese día acabé aprendiendo como girar de manera rudimentaria y un poco a frenar con el taco de freno de mis patines.
Fueron pasando las semanas, y no paraba de mejorar. Los monitores, a parte de tener una paciéncia digna de un santo beatificado, tienen una muy buena formación técnica que te ayuda un montón.
Y es por eso que yo animo a todo el mundo que desee aprender a patinar que se apunte a esta Escuela de Patinaje. Altamente recomendable, sin duda!!!!
Como que a cabezota no me gana nadie, seguí cogiendo mis patines e intentando averiguar la manera de girar y frenar sin necesitar agarrarme a una farola. Ya no me caía tanto, pero estaba claro que mi evolución era más bien lenta. Fué en una de esas tardes frustrantes que me volví a cruzar con la chica del papelito de la Escuela Oficial de Patinaje. No se si fué por mi cara de sufrimiento, pero se acercó y me ofreció su ayuda. Fué entonces cuando me convenció para que viniera un día a probar una clase de patinaje de prueba en la Escuela Oficial de Patinaje Inline convenciéndome de que vería los progresos en poco tiempo.
Y aunque seguía un poco herido en mi orgullo, uno también tiene la capacidad suficiente de autocrítica para ver donde están sus limitaciones. Así que a la semana siguiente me presenté un poco escéptico al poliderpotivo de la Estación del Norte para ver que eran capaces de hacer conmigo. Eso si, vine con un amigo por eso del apoyo moral.
Lo sorprendente del caso fué que a los pocos minutos me sentía más seguro que en las innumerables salidas solitarias que había tenido anteriormente. Ese día acabé aprendiendo como girar de manera rudimentaria y un poco a frenar con el taco de freno de mis patines.
Fueron pasando las semanas, y no paraba de mejorar. Los monitores, a parte de tener una paciéncia digna de un santo beatificado, tienen una muy buena formación técnica que te ayuda un montón.
Y es por eso que yo animo a todo el mundo que desee aprender a patinar que se apunte a esta Escuela de Patinaje. Altamente recomendable, sin duda!!!!
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